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¿Se han detenido a pensar alguna vez en las ingentes cantidades de recursos que se invierten cada año en la lucha contra el narcotráfico, empezando por los EE.UU?...Las cifras marean. Pero la cosa no acaba aquí...¿Saben ustedes el porcentaje de casos relacionados con la droga que se dirimen cada año en los juzgados españoles?...No exagero si afirmo que el colapso crónico que padece nuestra justicia, en buena parte se debe a esta circunstancia...Y que decir de la masificación de los centros carcelarios, que ya no cabe ni un preso más...la mayoría de los reclusos proceden de causas derivadas de lo mismo, del tráfico de drogas...Casi se podria decir que la mitad del presupuesto del Ministerio de Justicia, va destinado a cubrir los costos que conlleva este tipo de delincuencia...Pero hay otros aspectos todavía mas chuscos. ¿Deducen la cantidad de corrupción que genera ese negocio entre los funcionarios de Justicia y entre los Cuerpos de Seguridad del Estado?...¿Se atreverían a cifrar un porcentaje?...Mejor que no lo hagan, porque se asustarian. Por no hablar de los dramas familiares o personales, y no tanto por las consecuencias directas de los efectos somáticos que pruducen las drogas, sino por el elevadísimo coste económico que conlleva el adquirirlas...!Cuantes familias arruinadas y destruidas por esta causa!...Incontables...como incontables son los que se forran con el negocio. Y es curioso, porque todo este tinglado se montó en torno a una prohibición, la del consumo de estupefacientes. Pero claro, como nuestro grado cívico social avanzó, nos dimos cuenta de que esa prohibición atentaba contra los derechos individuales de los ciudadanos, así que hubieron de circunscribir la penalización solo a la producción y el tráfico de las sustancias, no al consumo. Un recurso aberrante, porque esa medida distorsionó las leyes del mercado, hasta tal punto, que una partida de determinada sustancia, si en origen su precio era uno, al consumidor le llega multiplicado por 5.000...
Aberrante, que quieren que les diga. Y de esta aberración deriva todo este disparatado y sucio negocio...
Me decía un amigo italiano, milanés para más señas, que en Italia más del 27% de los ingresos directos de la población, provenían de actividades mafiosas...Los del otro 73% restante, indirectamente, también....!Si lo sabría él!...Que equivocación si crees, me contaba, que la Mafia o la Camorra se circunscribe solo a las zonas de Sicilia, Napoles o a Calabria...Esta presente en toda Italia a través de centenares de clanes y subclanes...Turín Florencia, Roma, Milán...ninguna ciudad escapa a sus actividades. Está presente en todas las ciudades Italianas, e imbrica a todas las capas sociales y a todos los estamentos por igual... obreros, empleados, industriales, comerciantes, banqueros, políticos, jueces, religiosos...Luego, claro, está lo de la Iglesia con la Mafia, un asunto que por si solo, ya merece un capitulo en exclusiva; pero como no deseo herir las sensibilidades de mi enamorada Guerrera, mejor lo voy a soslayar...
No le escapará al lector, que la solución a esta pandemia, visto el panorama, pasa por la legalización total de los cultivos de las materias primas y la posterior comercialización de los productos derivados, tal como se aplica a las frutas, hortalizas u otros generos elaborados...Cierto que a estos productos se les aplicaria una normativa de aplicación propia, por razones obvias...pero con ello se conseguiría, además de desmontar todo este descomunal tinglado, unas calidades garantizadas de los productos para los consumidores y donde la Administración podría aplicar también sus impuestos como hace con el alcohol y el tabaco. Una ínfima parte de los fondos que hoy se destina a la lucha contra las drogas, se destinarian a programas de educación para prevenirlas...
Hay otra cosa que se me ocurre ahora...Con la legalización de las drogas, la guerra de Afganistan no duraba más que se tarda en fumarse un porro...
-!Hotia, Charne!...!Pásalo!...
Charne y Jupa