martes, 31 de agosto de 2010

ROSA DIEZ


"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diria todo de algodón, que no lleva huesos. Solo los espejos de azabache de sus ojos son duros, cual dos escarabajos de cristal negro"...Si se quita lo de peludo, esta lírica prosa de Juán Ramón Jimenez, encaja como anillo al dedo, con la personalidad de Rosa Diez. Ese fué el primer impacto que me causó cuando me hallé frente a ella. Luego, tras unas horas de amena y distendida charla, junto a mi benjamín y media docena más de contertulios, me vino a la cabeza aquello del encaje del zapato de la Cenicienta, no sin cierta analogía; porque eso es lo que viene a ser Rosa, una Cenicienta...la Cenicienta de la política española. Despreciada y denostada por toda la castaza política y por ciertos sectores de la ciudadanía, anda enfrascada en sus insondables soledades, relegada al papel de chacha respondona y ocupando su escaño en ese vetusto desván que es el Grupo Mixto, entre trastos inservibles ya caducados, por el feroz uso de que fueron objeto por el jefe del cotarro. Otras veces la vemos tirando de fregona y escoba, en un afán titánico por limpiar toda la podredumbre que llena hasta los topes ese albañal que es el Congreso de los Diputados. Un Hemiciclo que apesta a mierda, de tantos excrementos acumulados durante años por la degenerada praxis de sus Señorías. Pero Rosa tiene el alma curtida, cincelada por centenares de historias en su larga trayectoria política y lleva el delantal y la cofia, con la dignidad de una reina. Eso se nota. Ni los oscuros episodios, que sin duda habrá pasado en las trastiendas de su antiguo partido, el PSOE, su "debe", ni los harapos parlamentarios con que la visten sus enemigos, todos practicamente, logran ocultar los perfiles de un alma que se presiente, se palpa más bien, honesta y limpia. Porque eso es lo que ella trasmite en el trato, que es directo y diáfano, sin distancias calculadas. Ningún endiosamiento cesarista la separa. Su trato fluye espontaneo, cercano, mientras un aura de calidez envuelve a su contertulio. Y cosa curiosa, allá donde los políticos al uso nos dejan siempre un poso de vacio y frialdad, Rosa nos trasmite lo contrario. Como si la confianza, la credibilidad y la verdad, formaran parte consustancial de su bagaje...

-Rosa...despues de tus intervenciones parlamentarias tan críticas contra Zapatero ¿Os veis y hablais en los pasillos?...
-Para nada...Solo los inevitables saludos protocolarios.

Rosa aprovechó la pregunta para relatarnos docenas de pequeñas historias derivadas tanto de su actividad política, como de indole personal, en su relación con Zapatero, Felipe Gonzalez, Rubalcaba y otros líderes como Aznar. De su acerada crítica, ninguno escapara, pero entre todos, Zapatero se lleva la palma. Nos contó de sus comienzos, de cuando ella iba de mitines por León y Zapatero iba de cabeza de lista, allá por los primeros comicios tras la dictadura. De su forma de entender la política, de sus ambiciones, del tamden que formaba con su mujer, Sonsoles, hasta de sus visitas a la Moncloa...
-¿Como es Zapatero, Rosa?...
-De él se juzga lo que más se ve, que son sus cagadas, pero tras ellas se oculta un ser enfermizo, endiosado, completamente ido de la realidad...Un ser francamente peligroso.
-!Joder!...¿Pero como un tio así puede controlar su partido?...Porque lo controla...incluida a la vieja guardia con Felipe a la cabeza...
-!Absolutamente!...El poder sobre los suyos no tiene fisuras...
-¿Como son las relaciones entre Zapatero y Felipe Gonzalez?...
-Se destestan...Lo de los mítines juntos es pura imagen. Pero la inquina hacia el PP es tan visceral, que cualquier diferencia entre ellos es eclipsada por el odio común hacia el enemigo, especialmente hacia Aznar...
Hubiera deseado preguntarle por el 11M, pero lo consideré improcedente, así que me despaché con otros temas, que para mi eran importantes...

-Rosa...¿Te puedo hacer alguna critica?...Quizás tardemos mucho en volvernos a ver y no quisiera perder esta oportunidad...
-Dime, dime...
-Considero que tu partido se queda corto, que deberia ir más lejos...Las Autonomías han sido un fracaso y recuperar solo algunas competencias, como proponeis, es solo un parche, no resuelve el problema...Muchos españoles estamos en contra de las Autonomías porque creemos que es la causa directa de la catastrófica situación actual...
-!Pero vamos a ver!...¿Quienes son?...No se puede hablar así...
Fué la primera vez que su tono mostró un cierto grado de acidez...Y seguí...
-Tampoco veo que tu partido se moje especialmente en el tema social...
-No es cierto, leeté bien los programas del partido...
Quería explicarla que lo que hacía falta no eran promesas de mejora social, sino la propuesta de un verdadero "Plan integral de apoyo a la familia" a tiempo determinado, el que nos acercara a una confluencia social real con Europa, similar a los que gozan los demás paises de la Unión, incluidos algunos de menos renta que la nuestra. Que resultaba inconcebible que en paises de nuestro entorno, hace siglos que acabaron con la lacra del chabolismo y la miseria lacerante que todavía persiste en nuestro pais; por falta, precisamente, de un plan integral de apoyo a la familia. Y que ese tema debería ser prioritario en todas las acciones de partido, porque éramos la verguenza social de Europa. También le hubiera dicho que un partido como UPyD, creado para regenerar la vida política española, no debía quedarse en ser la vanguardia de lo caduco, sino que debe dar un paso más e implicarse en el futuro, que a buen seguro, no pasa por las Autonomías.
Pero no me dió tiempo, la esperaban ya para una rueda de prensa...

Desde el sincero afecto lo digo.

viernes, 27 de agosto de 2010

AMO A VIETNAM


Hace unos dias, por casualidad, me topé en uno de esos canales que solo dan películas, con una cinta deliciosa..."Cinco dias en Saigón", se titulaba. Bueno, otro film sobre el Vietnam, con los americanos por medio o con los franceses...!Vamos a verla!. Es un tema que siempre me interesa, como las de la Segunda Guerra Mundial, con los nazis al fondo. Pero no, me equivocaba, no trataba de la guerra, sino de una historia de ahora, cercana, como las cientos de miles que ocurren a diario, dentro de ese pais tan castigado por la historia. Un pais donde la queja contra el infortunio, está de más y solo importa el futuro. Un film que rezuma vitalidad y esperanza, la limpieza de miras con que afrontan la vida sus protagonistas, y como lo hacen, desde una sencillez tan auténtica, que me llegara a emocionar.
Una azafata de una linea aérea de Vietnam, queda durante unos dias en situación de tránsito, en un hotel de Saigón. Anda liada con un comandante de vuelo cuyo único interés por ella, no va más alla de las habitaciónes de los hoteles. Una relación que a ella termina por asquearla. Allí conoce a una niña de la calle de unos diez años, huérfana, que se las ingenia de mil maneras para sobrevivir. A través de la niña, la azafata conocerá otras realidades que le abriran caminos a la esperanza. Una película dura y tierna a la vez, que refleja sin tapujos, las diferencias brutales que existen dentro de la sociedad vietnamita, sobre todo en relación a los niños huérfanos. Películas como ésta, te reconcilian con la vida, no se la pierdan.

lunes, 23 de agosto de 2010

ZAPATERO: EUNUCO O ADVENEDIZO


Personaje éste, portador de acentuados residuos ancestrales, transmitidos por la herencia biológica de un gen transmutado, tan activo y definitorio, que ni siquiera los cuidadosos maquillajes y el concurso de los asesores de imagen que le proporciona la elevada posición que ostenta, lo evaden de relacionar su origen, aunque sea virtual, con algunas zonas remotas del Asia central, fronterizas con China...
Sus perfiles inequívocos le delatan, sean éstos morfológicos o psicológicos. Ambos se presentan tan unidos entre si, que es del todo imposible desligarlos, sin que el uno incida en el otro y sin que la integridad de su personalidad, no se vea afectada. Casi se diría que las dos partes, la física y la espiritual, se fusionan en una especie de extraño ectoplasma, de esos que se materializan tras una ritual sesión de espiritismo. Nada diré de sus ancestros, incluido el fusilado abuelo, por una trivial cuestión de cambalache de chaquetas, que al igual que sus vástagos o vástagas, carecen para mi, del menor interés antropológico. No así su rostro, un mapa lleno de suaves orográficas, relieves planos y amorfas protuberancias; con tantas incognitas, como enigmas por resolver. Igual que la psique que lo rige, una especie de Atapuerca en miniatura, para solaz delicia de los eruditos y estudiosos de las ciencias antropológicas. Incentivos para la curiosidad, no les van a faltar.

España es un concepto discutido y discutible, venía a decir. No sabía él, hasta que punto, esa definición suya le venía a retratar. Porque así es su rostro...Un careto discutido y discutible.
Lo primero que llama la atención en su cara, es la palpable ausencia de virilidad. Sus facciones, de por si melifluas, acentuaron su flacidez el radical cambio de hábitat y de costumbres, que le llevó de un activo y lejano movimiento en los extraradios de la colmena roja, a un sedentarismo de lujo, similar al que gozan los zánganos, en los círculos más cercanos al centro del poder, encarnados como se sabe, por miembros de la realeza, ricachones y prelados de la alta curia. Así, las incipientes mejillas ligeramente sonrosadas de antaño, vinieron con el tiempo a transformarse en adiposos mofletes arzobispales, fruto en parte, de un presumible abuso del vicio de la gula; y por otra, al bajo nivel de testosterona que circula por su riego sanguíneo. Sabido es que la virilidad viene determinada por el nivel de esa hormona que circula en sangre y que se genera en las gónadas. Esa falta de huevos, biológicamente hablando, repercute directamente en la morfología de los tejidos que moldean la masa muscular y cuya carencia, los acerca a los parámetros femeninos, tanto en redondeces, como en amaneramientos propios de ese sexo...El holgazán sedentarismo palaciego, derivado de la incesante actividad de los cientos de asesores pululando a su alrededor y de la nutrida legión de servidores domésticos, cual si de abeja reina se tratara, hiciera el resto. Ál zángano trepador, que llegara a presidente por accidente, según unos, y por el complot de un atentado, sgún los otros, solo le dejaron para si, las actividades propias e instransferibles funciones fisiológicas. Y eso se deja notar.

Otra cosa que nos deja entrever su rostro es la asimetría. No de las formas, que las proporciones entre un lado y otro de la cara son las correctas. Sin embargo, resalta la prominencia exagerada de las galtas, desproporcionadas en exceso. Prominencias puramente sebosas, que comen espacio a las otras partes de la cara y la desequilibra; sea porque los mofletes le quedan fofos, o porque éstos se sienten impelidos hacia arriba, por la eterna presión de los pliegues musculares de una sonrisa que se presume forzada o quizás, ya transformada en mueca de tanto exhibirla. Como aquellos muñecos de las ferias a los que golpeabas y volvían a salir con la misma e inquietante sonrisa. No se necesita exagerar las lineas maestras de sus rasgos, para plasmar de su cara una certera caricatura. Ella es, en si misma, una caricatura. Si no, que se lo digan a los artistas falleros, cuyo filón artístico no dejaran nunca de agradecerselo.

Pero lo que más sorprende de este tipo, es su trayectoria. Ahí está su larguísimo periodo de hivernación. A mi recuerda a la que sufren ciertos sapos del Africa subtropical, que en los largos periodos de la época seca, se hivernan bajo los sedimentos de barro que quedan en los cauces secos de los rios, lagunas y charcas, para luego eclosionar, tras el contacto vivificador con el agua nueva de la época lluviosa. Aquí fueron las lluvias del 11M, una gota fría tan intensa, que al batracio le llevara hasta los estanques de la Moncloa. Pero no siempre acierto a asimilarlo al sapo. Otras veces, no se porqué, me recuerda a las crisálidas que sufren metamorfosis. No puedo evitar verlo como un mariposón, sustentado por dos largas alas sedosas de chillones colores, la sonrisa y el talante...Pero que ya hoy no levantan un palmo del suelo. Parece que su ciclo vital está llegando a su fin.
No dejeis de escuchar la canción.

sábado, 21 de agosto de 2010

LA BIBLIA DICE...


No hace mucho, creo que era un domingo por la tarde, poco más allá de la sobremesa, llamaban a la puerta. Al abrir me encontré con dos señores; uno, ya entrado en la cincuentena, que portaba en sus manos una voluminosa cartera de color negro, y el otro, algo más joven, un grueso libraco de oscuras y gastadas tapas...Los dos mostraban un vestir de aspecto humilde, tirando a pobre, pero nada que ver con el torpe aliño indumentario que nos contaba Machado. Se hacían acompañar de una actitud empalagosamente amable, de bondad clerical, tan acentuada sin venir a cuento, que más me pareciera una pose adquirida, que otra cosa. Como no habían razones objetivas que justificaran mostrarse de tal guisa, los puse en cuarentena, aunque sin perder las formas.

-Ustedes dirán, caballeros...
-!Buenas tardes, señor!...Nosotros veníamos a traerla la Buena Nueva.
-!Copón!...¿Le ha dado un infarto a Zapatero?...
-!Ejem!...!No es eso, je, je!...
-¿Entonces?...¿Un terremoto que se ha llevado por delante al Vaticano?...
-!No, no...no es nada de eso!...!La Buena Nueva es la que viene aquí!...dijo el de más edad, mostrándome el libro, que a tenor, era una biblia....

-Lo siento, caballeros, no quisiera parecerles grosero, pero mi espacio dedicado a las cosas místicas, lo tengo lleno y de momento, no he pensado en vaciarlo...
Ante tan inesperado argumento y sobre todo, por el modo expeditivo en que se lo estampé, recogieron velas y desitieron de prolongar por más tiempo una causa que la veian perdida.

-Ha sido un placer, señor...
-El gusto ha sido mio.

A raiz de esta secuencia, recordé un comentario que había publicado hacía unos meses en el Blog de Guerrera de la Luz, la "follacuras", un alias, por lo demás, más que un demérito, viniendo de mi, es un plus virtuoso de la que la ínclita dama, debería sentirse orgullosa.

Pero a lo que iba, aquel comentario mio en su blog, levantó ampollas entre los feroces sabuesos de la curia, que se abalanzaron sobre mi, como si estuviera en juego el ser o no ser de toda la cristianad. El revuelo que se formó fué de órdago. Así que traté de buscar aquel breve escrito, para hacer de él un post. Aunque en vano, la follacuras guerrera había borrado todos los comentarios. Como lo considero interesante, voy a tratar de reproducirlo de nuevo, con la máxima fidelidad posible. Decía así....

"Salía yo de una urbanización en la que estábamos haciendo reformas en un chalet y recuerdo que llovia a cántaros. No se si era otoño, o estábamos ya en invierno, pero hacía frio. A la izquierda, a unos metros de la confluencia con la carretera, me topé con un individuo que estaba haciendo auto-stop. Era un tipo alto, de tez oscura y tan delgado, que más que flaco, parecia estar famélico y vestía un raido traje gris que de empapado, todavía parecía más oscuro. Portaba un pequeño maletín negro que dejó momentaneamente en el suelo para sacar el dedo. Me detuve unos metros más allá, no se si por compasión o por curiosidad, abrió la puerta y tomó asiento...
!Soy Israel Contreras!...!Muchas gracias por parar!...
-!No hay de que! !Con el agua que está cayendo!..Casi estuve a punto de preguntarle si había desayunado, pero me contuve por considerarlo improcedente..
Luego, de su maletín extrajo un libro de tapas negras gastadas por el uso...
-¿Conoce usted la Biblia?...
-Bueno, de pasada, de cuando niño.
Mal hubiera dicho, porque tomó mi tibia respuesta como una invitación. A partir de ese momento no cesó el bombardeo de citas, jaculatorias, parábolas o salmos. Me pareció que se las sabía todas de memoria !La Biblia entera se sabía!...Por su lista creo que pasaron todos...David. Moises, Salomón, Isaias, Lucas, Marcos, Juán...Jesús...Que si este dijo esto, que si aquel dijo lo otro, el de más allá no se que, el de más acá no se cuantos...Tan emocionado lo viera, que aguanté el chaparron con estoicismo sin atrevirme siquiera a interrumpirle. Pasados unos kms, en un desvio antes de llegar a la población
-!Aquí me puedo apear, si le parece!...!Muchas gracias!...
-!Eh, espera!...He escuchado todo lo que dicen los demás...Pero, lo que no me has dicho es lo que dices tu...
-Durante unos instantes su maltrecha cara reflejó el impacto. Perplejo, dió media vuelta y marchose. No me supo contestar.

miércoles, 18 de agosto de 2010

EL POLVO DEL TREN (2)


El tren, tras una breve parada, partió de la estación de Aranjuez cumpliendo con su ruta. Ningún viajero nuevo subió a nuestro coche. Aquella desconocida hembra y yo, nos habíamos quedado completamente solos en el vagón y ya éramos los únicos que lo ocupaban, porque los escasos pasajeros que lo venían compartiendo con nosotros desde Madrid, se habian apeado minutos antes en la bella villa madrileña. Me mantuve pegado a la ventanilla durante unos minutos disfrutando del verdor de la vega del Tajo hasta que de nuevo, se impusieran los monótonos secarrales de la meseta. A mi vecina viajera, no se le pasó el circunstancial detalle. Tanto ella como yo, éramos conscientes que ambos empezábamos a saborear una concuspicente soledad, ahora si, completa, exclusivamente nuestra, sin concursos extraños. Era lo que ella buscaba desde el mismo momento que subió al vagón y detectó mi presencia, aunque la suerte también jugara su papel.
Hasta entonces nos habíamos mirado de soslayo tres o cuatro veces, con ese tipo de mirada defensiva que solo busca conocer, pero sin que te delate, ni ser conocido a su vez. Fué en la estación de Aranjuez cuando nos miramos a los ojos de verdad, tras el desalojo de los viajeros; fué un instante, casi fugaz, pero que delataba nuestros íntimos deseos y sobre todo, dejaba claro un punto común de complicidad.

Tras la salida del convoy, ella volvió a colocarse en la misma posición que antes adoptara, recostada sobre el ángulo entre el asiento y la ventanilla, semiextendiendo las piernas sobre el asiento, dejando una medio colgando, a veces las dos juntas, otras ligeramente separadas o bien recogidas, posturas todas que ella iba modificando en función de unas premisas inconcientes prestablecidas, cada vez más apremiantes, que venían marcadas por la tirania de Eros.

Yo busqué una posición estratégica donde podía observarla apenas a un metro de distancia, pero solo de la cintura para abajo. Casi la podia tocar, lamer se diría. Ella era plenamente consciente del cuadro erótico que habíamos creado entre los dos y ejercía la parte de su papel con deliciosa, calculada e intensa provocación. Podía deducir que también ella era consciente del grado de intensidad con que yo aceptaba su ofrenda. Ambos habíamos encontrado la fórmula más cómoda y lúdica para desarrollar todas nuestras fantasias, a la vez que, ilusamente, creiamos mantener todavía intactas, nuestras habituales idiosincrasias personales, que para entonces, no pasaban de ser una ridícula pose que estaba fuera de lugar.

Su cara y sus pechos no podían ser objetivos directos de mi obsesión, escapaban a mi ángulo visual y quedaban demasiado a la izquierda. De momento me tenía que contentar con aquella parte de la anatomía que me ofrecía, pero la visión de aquellas nalgas inmensas, deliciosamente suaves y curvilineas, cubiertas por una falda que la resbalaba sobre la rodilla, colmaba sobradamente mi cada vez más acuciante necesidad de poseerlas. Ya entonces, mi miembro, virilmente erecto, no respondía a los débiles y escasos dictados de mi voluntad. Se había sometido como acostumbraba, a las tiránicas leyes del deseo y luchaba inutilmente por deshacerse del corsé de hierro a que le sometía la presión asfisiante de los jeans. Por las mismas leyes, presumía en ella, desde su condición de hembra, la misma actitud sumisa, cuando no de laxitud, a la omnipotente presencia de los dictados del deseo y los sentidos. Seguro que su sexo se hallaba invadido por un caliente flujo, esa especie de charbo biológico mezcla de diversos fluidos, de cuya cálida acidez, le estarían impregnando las braguitas con sugestivas fragancias.
Lo que aconteciera, marcaría las pautas del ritual lúdico más excelso. Tal fuera así, que nuestros pensamientos parecian navegar en una barca con un solo remo. Nuestras mentes, libres ya de las ataduras defensivas, parecían estar interconectadas dentro de una simbiosis perfecta; semejaban a simples cajas de resonancia que se limitaban a servir de eco de nuestros deseos más íntimos. Cada impulso llegaba nítido a la mente del otro y al cual nos sometíamos con una docilidad impropia, casi obcena, correspondiendo al instante, al deseo del otro. Pero eso era lo que ambos queríamos. !Bájate la falda un poquito más!...!Así!...e instantes después sus dedos respondian reduciendola. !Un poco más!..!Un poco más! y ella obedecía...!Acariciate! y las yemas de sus dedos se deslizaban suavemente sobre la tersura de su piel...!Más! !Un poco más!...!Por dentro!!Más abajo!...y ella obedecía. Todo mentalmente, sin mediar palabra alguna. Al final la falda le llegó a unos escasos centímetros de su sexo...casi podía tocarse ya las braguitas con la mano. Se detuvo, pero mi insistencia y determinación era absoluto. Quería que sus dedos llegaran a su sexo. !Acariciate ahí! !Vamos! !Es lo que más deseo!...Al final obedeció. Tras un instante de duda, el único que la detecté, accedió a llevar sus dedos a mi objeto de deseo, su sexo, no sin antes cubrir su pudor con el bolso. Pero solo unos momentos...empezó a masturbarse, primero con un ritmo lento, luego un poco más rápido...A medida que se acercaba al climax se le cayo el bolso o quizás lo tirara, tras haber superado la escasa deshibición que le quedaba. Para entonces yo me masturbaba como antes nunca lo había hecho. Ella sabía que me masturbaba, lo que le hacía aumentar la voluptuosa intensidad de su placer, que se traducia en gemidos y jadeos inconexos. Una espiral de placer llevo al unísono nuestros orgasmos que se fundieron en uno solo que me pareció larguisimo. Me recuerdo puesto en pié eyaculando por aquel diminuto espacio, mientras ella se perdía entre gemidos de placer cada más leves y distantes. Tras la pausa del posorgasmo, acerté a ver como ella se limpiaba, no sin delicadeza, una densa salpicadura de semen que permanecia pegada a la parte interna de su muslo, el que recostaba sobre el asiento. Utilizó directamente los dedos, sin ningún otro objeto de ayuda, lo que potenció en mi, sin saber porqué, una sensación de posesión y machismo incomprensible. El resto de la eyaculación quedó esparcida a lo largo del estrecho habitáculo.
Un ruido inesperado vino a romper el estado de laxitud que nos dejó el lance sexual...Era una de las azafatas del tren que nos traía la comida en un carrito, la misma que me recibió en el andén...
-La bebida va aparte...¿Quiere vino o cerveza?...Elegí el vino, una botella pequeña de tinto..Creo que ella también eligió el vino.

EL POLVO DEL CAMINO, EL POLVO DEL TREN (I)




Durante una época concreta de mi vida, el trayecto Madrid-Valencia lo solía hacer a menudo. Casi siempre tomaba el expreso de la noche que venía a llegar sobre las 8 de la mañana en ambas estaciones, en la Término de Valencia o en la de Atocha en Madrid. Rara vez me decidía por el autobús. Si alguna vez lo hacía, siempre por el dia, era con Auto Res, una compañía de transportes que hacía diversas rutas por las carreteras de España. Entonces no habian autovías ni autopistas, luego los trayectos se hacían a veces interminables, con muchas paradas a lo largo de la ruta. Los viajeros habituales, conocian todas las pautas del viaje...!Ya hemos llegado a Tarancón...!Ya estamos en el puerto Contreras!...Aquellos viajes tenían siempre algo de epopeya, de emoción, como si de una aventura nueva se tratara, aunque los hubieras realizado docenas de veces.
Pero a mi lo que verdaderamente me subyugaba era el tren; los trenes tenian para mi algo especial, casi mágico. Ya desde niño me fascinaban...Los olores aquellos tan peculiares de las estaciones y vagones, los variopintos viajeros con sus prisas y afanes cargados de maletas, las hileras larguísimas de vagones de los expresos y sobre todo, aquellas locomotoras prehistóricas, unas monstruosas máquinas que a mi me parecian infernales cuando resoplaban...Claro está, que me refiero a las de cuando era niño, que eran de vapor.
Pero la niñez hacía años que había quedado atras. Ahora, los familiares que siempre me acompañaban, los había sustituido por una mochila, mi eterna compañera durante aquella época. La RENFE en su afan renovador, habia dispuesto unos trenes nuevos para la linea Madrid-Valencia, los Intercity, creo que se llamaban, que tenian hasta aire acondicionado. En aquella época era todo una novedad y con solo dos paradas, una en Aranjuez y otra en Albacete, te metias en Valencia. Disponian de servicio de retaurante donde te servían el ágape en el mismo asiento, como esos que se sirven en los aviones y el viajero podía elegir horarios entre los varios servicios diarios que cubrian la linea. El trayecto venía a durar unas seis horas. El tórrido calor que azotaba Madrid por esas fechas, me hizo desistir del expreso de la noche y decidírme por el Intercity aunque me saliera más caro, en concreto uno que salía a media mañana...!Estupendo!...!Con aire acondicionado, todo un lujazo como digo y comida incluida! !Y a las cinco estoy en Valencia!...Saqué el billete y tras agenciarme en el quiosco "El Pueblo" y la revista "Triunfo", llegué al vagón-coche donde una sonriente azafata esperaba en el anden...!Puedes sentarte donde quieras, apenas hay viajeros!...!Y tanto!...En todo el vagón, solo detecté a una pareja de mediana edad, a una madre con dos niños y no recuerdo si algun viajero huérfano más...El convoy estaba compuesto por tres o cuatro coches. Me quedé en el primero y con la mochila arrastras me ubiqué casi al final del coche. Como los asientos no eran fijos, cambié la posición del delantero a fin de disponer de todo el espacio y extender así las piernas a mi antojo. Comodamente aposentado, bajé la ventanilla e hice vagar mi mirada durante unos minutos a lo largo del anden. Sonreí a la solitaria azafata a la que recuerdo con un uniforme azul, un tanto recatado, cuya falda le llegaba a las rodillas, pero que no obstante, aquella casta indumentaria, apenas si lograba disimular o disminuir la densidad de sus encantos. !Que polvo tiene!...murmure a mis adentros. Baje la ventanilla, estiré las piernas y pillé lo primero a mano para leer mientras esperaba el pitido de salida. !Todo un placer!...
Apenas si faltaban unos minutos para que iniciara el tren la ruta a su destino, me sorprendió la llegada de una viajera joven, tirando a guapa, media melena de color castaño, bien puesta y con unas piernas de las que hacen despertar los instintos más dormidos. Llevaba una camisa de manga corta de color blanco que dejaba entrever los perfiles del sujetador. Una prenda que me pareció de fina tela y de escasa talla para su contenido. La falda era levemente corta pero que ella, al pasar por mi lado, con sabio disimulo no exento de picardía, hizo parecerla un poco más en un estudiado juego de maleta. Para mi sorpresa, ocupó el compartimento siguiente al mio y tras realizar la misma operación con los asientos que yo hiciera antes, quedó frente a mi, de manera que ambos nos podíamos ver a traves del espacio que separaba los asientos de la hilera intermedia; bastaba con desplazarnos hacia la plaza lateral para que nuestros cuerpos entraran en ambos campos visuales. No hubo saludo, pero me chocó el desdén que mostró, cuando podía haber elegido cualquier otro asiento lejos de mi presencia. El vagón-coche iba vacio, como digo. Extrañamente, mas que irritarme su actitud, vino a elevar mi líbido que ya estaba ligeramente alterada por el suave perfume de la azafata. Por fin el tren se puso en marcha y nos acomodamos en nuestras ventanillas respectivas. Mientras nos íbamos alejando de los últimos edificios de aquel poblachón que era Madrid y el socarral manchego ganaba en intensidad, mi cerebro entraba en ebullición. La elección por ella de su asiento junto al mio, me habia descolocado. Pero fué solo unos momentos. Poco a poco, la confusión inicial fué siendo sustituida por el morbo. Una invasión cálida, pegajosa y urgente, cargada de erotismo, se iba adueñando irremisiblemente de mi voluntad. Me cambié de sitio a fin de poderla ver aunque fuera solo una parte. Una necesidad imperiosa me dominaba. Desde mi asiento y ladeando la cabeza apenas si la podía divisar una una parte de las pantorrillas que las mantenia algo horizontales en relación al suelo. La posición de semitumbada se me antojaba inapropiada y que deducí que en la pose, habia una clara intencionalidad: mostrarme sus piernas con las que jugueteaba con leves movimientos, como una especie de invitación reclamo a que las siguiera mirándolas...

No tardamos en llegar a la estación de Aranjuez. La fortuna quiso que los escasos viajeros que viajaban en el mismo coche, se apearan allí...El tren retomó la marcha lentamente. Ahora si que estábamos solos, absolutamente solos, al menos hasta la siguiente parada en Albacete, unas tres horas más allá. Y un fuego peligroso, que amenazaba quemarnos, habia empezado a arder entre los dos.

Que polvo tiene el camino, que polvo la carretera...

lunes, 16 de agosto de 2010

MI TIO POLITICO SE LLAMA SAM



MI TIO POLITICO SE LLAMA SAM
 
Tengo una hija en América. Bueno, esto no es muy relevante !Cuantos padres tienen una hija en los Estates!. Pero eso no es todo...
- !Papá, que me he hecho ciudadana americana!...!Joder! esto si que era una novedad. Apenas hace un mes que me lo dijo.
-!Hostia! ¿Y eso? ¿Así, de sopetón?...
-!Nada, que habia que implicarse y la mejor forma de hacerlo era hacerse ciudadana de ese pais!...!Hay que votar! !A ver si así contribuyo a mejorar este pais!...!Ah, vale!...
Esta hija mia, a más de inteligente, es de un expeditivo que haría temblar los muros de Jericó... e imprevisible como una gota fria..Recuerdo cuando a los 14 años decidió venirse conmigo -su madre y yo nos habíamos divorciado unos años antes-...Me sacó con altas notas todo el ciclo de Enseñanza Media, BUP, COU.y la Selectividad de un tirón. Lo que se dice una estudiante ejemplar. Y con una facilidad pasmosa, toda vez que no renunciaba lo más minimo a sus facetas lúdicas.
-!Papá! ...!No se que hacer, si periodismo o dentista!...!Joder, hija!...!Podias ponérmelo más fácil!...!Ambas profesiones están en las antípodas!...
-La muy jodia, sabia como implicarme en sus disyuntivas. Bién sabe Dios que yo secretamente deseaba que optara por el Periodismo, como así fuera luego para mi mayor egolatría. Veia en ella mi culminación frustrada.
Marchó a Valencia a una universidad privada, en la publica no habia escuela de Periodismo y superó el primero y segundo curso sin problemas. Luego se tomó el año sabático en el tercero y no recuerdo bien si salvó dos asignaturas. Bueno, un año no es nada, me dije...Después, parece que le cogió gusto a su sabatismo y marchó a la Germania para aprender alemán. Yo venia insistiéndola desde años antes, la importancia del alemán en la vida profesional de un periodista, así que no me lo tomé a mal. Al contrario, me pareció una decisión acertada. Hasta que se despejara y pusiera en orden su cabeza, al menos el alemán lo aprendería. Unos años antes ya la habia mandado a USA todo un año, para que aprendiera inglés, en Wisconsin me parece que estuvo. De regreso a España, desde Frankfurt quiero decir, en vez de retomar los estudios de periodismo, optó por hacer en Manises un curso de auxiliar de vuelo. !Joder, hija!... !Me tienes despistao!...Una compañia aérea alemana la contrató al poco de acabar. Yo la acompañe a la entrevista a Palma. La aceptaron y allí mismo le tomaron las medidas del uniforme. Todavía recuerdo su cara de alegría. Ya, si, bien, pero ¿Y el periodismo?...Más adelante, papá, ahora tocan otras cosas. Bueno, bueno...
Las Torres Gemelas acabaron con su ciclo aéreo. Yo creí que habia llegado el momento de que retomara por fin los estudios de Periodismo como así fué. Acabó el tercero. Pero luego, como siempre de golpe, que casi me muero del susto, se casaría, se la llevó un extraño que diria el Sabina y marcharía a los EE.UU. ¿Que si siguió con el Periodismo?...Pués mira, no...Acaba de terminar en una universidad americana !Psicologia Clinica!, una carrera con connotaciones muy afines con el periodismo, como se puede apreciar. Pero bueno, es una carrera muy de allí, de las que salen siempre en las películas, con amplias salidas profesionales. Estados Unidos genera con sus guerras multitud de tarados, aparte de que casi todos sus ciudadanos, necesitan a los psicólogos como aquí antaño se necesitaban a los curas.
Pero a lo que iba...Mi hija se ha hecho ciudadana americana. Para un liberal de la Ilustración como yo, nada hay más futil que la nacionalidad, esa que viene marcada por el lugar de nacimiento, como es caso de los españoles, de los franceses, etc; o la marcada por la sangre, como es el caso de Alemania, por citar los más ilustrativos. Porque otra cosa es la patria sentimental, aquella que recoge una cultura, una idisincracia, unos valores, una historia, un entorno. Dudo que mi hija pierda nunca esa Patria, que es al fin, la verdadera. Su esencia es y será española, una condición casi indestructible. La otra patria es la de los papeles, que son canjeables.
Pero entre un pais que te ofrece oportunidades y otro que te las niega, la opción es clara. Yo personalmente me cago en la España que nos ofrece Zapatero, como antes me cisqué en la de Franco con sus curas o en la de los Borbones con los idem. Que se la metan donde les quepa, mira. Como ejemplo vale un botón: Con lo que se ha gastado a nuestra costa la puta esa de Del Arroyo en trajes y zapatos desde que la hicieron Vice, se hubiera podido costear el funcionamiento entero de un hospital o de una universidad. Aquí el embudo es demasiado estrecho para la ciudadanía y demasiado ancho para la casta de turno instalada en el chollo.
La bandera de los EE.UU tiene desde hace unas semanas una nueva estrella. Un enorme abrazo para mi hija.