VUELVE EL 11M

Una de las piezas fundamentales del complejo tablero de ajedrez que representa la masacre del 11m, más allá de los autores que concibieran el atentado, diseñaran el plan y de quienes ejecutaran la matanza, no por alejada de esas directas autorías, se puede perder de vista a los complices necesarios para el borrado posterior de pruebas tras el atentado. Sobre todo aquellas que pudieran definir el tipo de dinamita utilizada en la masacre y la tosca elaboración de pruebas falsas, tan increibles, que tal pareciera que los asesinos, buscaran ser detenidos tras el asesinato. Eso sin contar el "suicidio" de los morillos en el piso de Leganés, en un supuesto acto sublime de amor a Alá, que no se la traga ni el más tonto de la tramoya...
Una pieza de ese tablero, un peón negro pasado, lo representa el jefe de los Tedax Sanchez Manzano. Su labor en el borrado de pruebas fué de tal magnitud, que se me antoja pusiera en entredicho la calidad profesional de David Copperfield. De los montones de toneladas afectadas por las explosiones en los trenes, solo quedara como prueba un simple tornillo, y ello, no sin que antes lo lavaran previamente con acetona, como así lo certificaran los peritos en los analisis químicos pertinentes. Conviene resaltar que la prueba pericial realizada por esos técnicos quimicos, fué a petición del propio juez Gómez Bermúdez, presidente del tribunal que juzgara el 11m y que una vez demostrada la falsedad de la tesis oficial de que el explosivo utilizado no era el que afirmaban, sino el habitualmente utilizado por ETA, tumbaba todo el montaje de la fiscalía, respaldada por el gobierno de Zapatero. Lo que no se entiende es la actitud del juez Bermudez, que ocultara esta vital prueba para el exclarecimiento de la verdad. O quizás si...era otro peón que coronaba. La prebenda le esperaba, como al otro, al final de la partida, siendo ascendido a Dama, por la vía del atajo.
Viene al caso, porque el otro peón negro, el jefe de los Tedax Sanchez Manzano, tambien ascendido, creyéndose invulnerable por el respaldo de todo el aparato gubernamental y con el amaño judicial de que el caso le caería por "sorteo" al Juez Garzón, se atrevió a querellarse contra el diario El Mundo, por delitos de falsedad contra él. El clásico farol del prepotente que se lo pillan y pierde hasta los calzoncillos. La sentencia que se hacía pública ayer, demuestra la veracidad de todos los trabajos periodisticos que se publicaron y de la honradez profesional de los periodistas; lo que a su vez, ponia en entredicho, la indecente e insostenible sentencia del Gómez Bermudez sobre el 11m, y que sin duda dará pié a que se reabra el caso.
No quiero terminar sin señalar la no menos indecente posición de todos los partidos políticos en tapar todo lo que oliera a 11m. En el caso del PP, la indecencia se tranforma en complicidad con el gobierno de Zapatero. Un gobierno que visto lo visto, le situan en el centro de todas las trayectorias y no escapa a ninguna de las hipótesis. Lo lamentable es que tengan que ser los periodistas quienes se encarguen de suplir lo que dejan de hacer los policías y los políticos. Una pena...o una suerte, según se mire